Con la cuchara lista

"En el postre Jimmy todos meten la cuchara". El jingle de los '70 parece reflejar a la perfección la situación en la que unos pocos quieren aprovecharse de la desgracia de muchos.

El presidente Hugo Chávez demoró poco menos de un mes para obtener pruebas de vida de secuestrados que permanecían en manos de las FARC desde hacía más de un lustro. Al instante, ya había buitres políticos que se apuntaron como facilitadores entre el gobierno colombiano y la guerrilla. Entre ellos está ex-presidente argentino, Néstor Kirchner.

¿Qué diplomas avalan la voluntad desesperada de Kirchner para ser garante en una negociación que poco lo precisa?
¿Por qué deberían los presidentes Sarkozy y Chávez compartir su éxito diplomático con otros?

Quizás valga la pena recordar que Néstor Kirchner, en cuatro años de mandato, no logró interceder ante el gobierno cubano para que dejara salir de la isla a una anciana de casi 90 años, madre de la médica disidente Hilda Molina.

Cuando el postre está en la mesa, es fácil meter la cuchara y llevarse una parte. Pero cuando hay que hacer el sacrificio de conseguirlo, sólo unos pocos tienen con qué. Los demás, miran para otro lado y silban bajito.