Solo hace falta ver unos pocos minutos de cualquier partido para reconocer que la totalidad de la publicidad es oficial. Esa publicidad, que pagamos a través de nuestros impuestos, paga, a su vez, el fútbol.
El fantástico negocio que previó Cristina en aquel memorable discurso, hoy no parece ser tal. Cuatro meses después, fue sancionada una ley por la cual el deporte olímpico argentino debe ser financiado con un impuesto específico: el 1% de todas las facturas de la telefonía celular.
¿Qué estaba pensando Cristina cuando nos mintió sobre la estatización del fútbol?
¿Por qué se aplican impuestos específicos? ¿Quién determina quién gana y quién pierde?
¿Dónde están las autopistas que deberían hacerse con el impuesto a las naftas?
¿Por qué no se aplica, por ejemplo, un impuesto al juego para radarizar el país y luchar contra la droga?
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1 comentario:
"dale a los ignorantes futbol gratis a ver si logramos algo de apoyo"... eso exactamente le abra dicho nefastor a kretina
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