
En un discurso de barricada, el ex presdente Néstor Kirchner, insistió con un caballito de batalla que repite desde siempre: el que ganó mucho en otra época, ahora debe sacrificarse y ganar menos, dejar de ganar, o incluso perder, en honor a aquella época dorada.
Con el mismo mecanismo de razonamiento, los capitalistas que se atiborraron de propiedades en el sur de país, podrían prestarlas para obras de caridad, permitir que gente sin techo las habite, o donarlas a entidades benefactoras.
Asimismo, podemos reclamar que los políticos que han llegado al poder con el 45, 55, y hasta 70% de los votos (según el distrito), los devulevan en favor de los políticos de la oposición. Al fin de cuentas, los Kirchner ya tuvieron su "belle époque". Es hora de devolverla.
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