¡No culpes a la lluvia!

Como el sol que renace luego de varios días de lluvia, Cristina nos ilumina.

En un discurso pronunciado ayer, 10 de febrero, en Ituzaingó, Cristina Fernández de Kirchner dió una clara explicación del porqué del encarecimiento de la carne. Siguiendo la lógica digna de un adicto al paco mal alimentado, espetó:

"¿Y saben por qué ha aumentado? Bueno, vamos a comentarles por qué ha aumentado. Porque ha llovido mucho y, entonces, se mantiene toda la hacienda en el campo para engordarla y alimentarla más. Entonces, con eso van a ganar más dinero y porque se está además pagando mejor precio y, obviamente, el precio también repercute en lo que ustedes pagan.

Esta es una ley de la economía: si el que produce gana más, el consumidor también paga más."

Ahora sabemos que la ley de la oferta y la demanda no se cumple. Los millones de cabezas que se faenaron el año pasado por la sequía y la mala expectativa de exportación, los controles de precios, la falta de campos de pastoreo (perdidos en favor de la soja que decían combatir) no tuvieron nada que ver con que ahora falte ganado. La culpa, señores, ¡es de la lluvia!

¡Para colorear este verano!