En medio de la XVII Cumbre Iberoamericana reunida en Santiago de Chile, el presidente Tabaré Vázquez, de Uruguay, dió permiso para que la pastera Botnia iniciara operaciones. El presidente argentino Néstor Kirchner sólo pudo lamentar el hecho, en presencia del rey de España, quien actuaba como facilitador dentro de una supuesta negociación entre ambos países. Tal negociación no dió ningún resultado.
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Finalmente, Botnia encendió sus calderas a las 6 A.M. del día de hoy. El rey Juan Carlos quedó desilusionado, Vázquez quedó como defensor de la soberanía de su país y Kirchner como el único pingüino que tiene orejas, pero para que se las mojen.
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