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domingo, 8 de julio de 2007

The return of Korralito


En 2002, ante el retiro masivo de ahorros del sistema financiero argentino, el ex-presidente Duhalde dictó la peor medida de la historia económica argentina: la incautación de todos los depósitos y su canje por bonos.

En 2007, ante una economía a todas luces creciente y en franca recuperación, con reservas jamás antes registradas, el presidente Kirchner dicta una medida tan similar, que no podemos más que quedar atónitos: hacerse de los aportes jubilatorios de docentes, investigadores, jueces y diplomáticos. Con qué finalidad? Para alimentar un sistema jubilatorio que se creía desterrado: El de REPARTO.


Nunca llegaremos a entender el triste papel de las AFJP, que en lugar de defender los derechos de sus afiliados (para lo que cobraron comisiones durante años), agachan la cabeza y dicen "Si, Kirchner", como hicieron los bancos en 2002 cuando dijeron "Si, Duhalde" y acataron, temerosos, el "corralito".

Esta disposición, además de discriminatoria, no es digna de un gobierno que se jacta de dar a cada quien la justicia que merece:

¿Qué hace que un docente, que cobra un sueldo y ahorra para su jubilación en una AFJP, sea distinto a un obrero de la construcción? ¿O a un empleado de oficina?

¿Por qué un juez debe "donar" obligatoriamente sus ahorros previsionales a un sistema que ha demostrado por décadas su ineficacia para ahorrarlos y repartirlos, (ni se diga de multiplicarlos) y los demás trabajadores no?

¿Por qué debe un investigador pagar las "jubilaciones gratis" que regala este gobierno a los que jamás aportaron un peso? ¿Quizás en busca de captar votos a cambio de dinero que ni siquiera le pertenece?

La VIEJA POLITICA de la que tanto quiere diferenciarse el presidente Kirchner, no hace más que repetir sus mañas en este gobierno. Pero ahora, ni siquiera cuenta con la excusa de la emergencia, sino que apela a una nueva frase de márketing: la PROFUNDIZACIÓN DEL CAMBIO.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Chorros!

This Side Up dijo...

Todo este tema trae consigo una serie de repercusiones y consecuencias que posiblemente el Estado y la comunidad científica (que hasta ahora parece impasible ante la medida) puede no haber percibido aún.

Es posible que dada la condición cíclica de nuestra economía, de nuestra forma de pensar y de nuestros ideales cambiantes de país, los fondos que guardamos en las AFJP se desvanezcan tras la próxima devaluación, como ya resignamos una suculenta porción durante el infamemente laureado megacanje.

Sin embargo, ¿quién querrá ser un investigador en el futuro? ¿Qué profesional con probada y valiosa experiencia en el campo de la industria pensará por un segundo dedicarse a lo docencia? ¿Quién resignará "por amor al arte" las cuentas claras de su jubilación de capitalización por el agujero negro del sistema de "repartija"?

Yo lo pensaría dos veces.

Anónimo dijo...

Ultimo Momento !!!
El pinguino intervendria el Servicio Meteorologico Nacional, asi cuando haga -1 grados, ellos van a poder decir que hace 25, a la sombra !!!!

Y lo peor es que no aprendemos... y van a seguir siendo gobierno...